Parálisis permanente

Veo en las caras de los que me miran una predisposición amarga a creer que nunca podré recuperarme, en realidad no lo veo en sus caras sino que lo dicen aunque ellos crean que yo no puedo oírlo sé que lo dicen y sus palabras son un movimiento repugnante de labios que planean sobre mi cara como gaviotas y dicen que no podré recuperarme, aunque yo no sé bien de qué tengo que recuperarme porque soy más fuerte que todos ellos aunque no me tengan más en cuenta que a una piedra, pues eso creen que soy, una piedra o tal vez un caracol, porque soy blando y babeante, un molusco que mira siempre a la izquierda, eso también lo he oído, que estoy mirando siempre a la izquierda, curiosamente a la única pared que no tiene ventana, ellos dicen que tengo miedo de mirar las ventanas, dicen que porque caí desde una ventana, pero yo no tengo miedo de las ventanas, y eso es otra de sus contradicciones, me refiero a ellos, ellos dicen que no puedo moverme y al mismo tiempo dicen que miro a la izquierda porque es la única pared sin ventana, qué tontería, ambas cosas son mentira, miro a la izquierda porque me gusta esa pared, en ella hay un reloj, y además no es verdad que no pueda moverme, en realidad soy más fuerte que ellos, tengo tanto poder que puedo convertir los segundos en minutos y los minutos en horas y con tan sólo mirar el reloj, yo no dejo de mirar el reloj, y si guardo suficientes horas puedo cambiarlas por un sol o por una luna, ninguno de ellos puede hacer eso, el médico tampoco, él sólo me examina con instrumentos que no comprendo pero nunca será capaz de inventar un sol o una luna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario